Jamaica es música, cultura, arte, comida exótica, café y un magnífico destino de sol y playa, de vacaciones familiares y lunas de miel. Jamaica es un importante centro turístico regional. Su economía se centra además de en el turismo, en […]
Jamaica es música, cultura, arte, comida exótica, café y un magnífico destino de sol y playa, de vacaciones familiares y lunas de miel.
Jamaica es un importante centro turístico regional. Su economía se centra además de en el turismo, en la producción de azúcar y en la extracción de bauxita, ia estas actividades hay que agregarle el negocio que se creó alrededor de la imagen de Bob Marley, utilizada tanto para el turismo como para la explotación de la música reggae y todo lo relacionado con esta.
La actividad agraria se dedica al cultivo de productos para la exportación, como el café, el tabaco, la banana y la caña de azúcar; y para el consumo autóctono. Además es un tradicional productor de pimienta. Entre las actividades industriales predominan la transformación de productos agrarios, la fabricación de cemento, de fertilizantes, de derivados del petróleo y la industria textil. No obstante, todas estas riquezas no revierten igualitariamente sobre la población, ya que Jamaica está históricamente dominada por unas pocas familias adineradas.
Los has visto en televisión, en el cine e incluso, con suerte, caminando por tu ciudad. Pero los rastas tienen su origen en Jamaica, y constituyen un movimiento religioso y socio-político con mucho más fundamento que el reggae y la marihuana. Consideran a Haile Selassie I, emperador de Etiopía, la encarnación de Jesucristo, y se basan en sus preceptos para vivir en armonía. Amor al prójimo, respeto a las personas y a la madre naturaleza, generosidad y ale- gría de vivir, aunque sea con poco. Además, por supuesto, están las rastas que les caracterizan, llamadas “dreadlocks”, y que se han convertido en todo un símbolo de los Rastafaris y de Jamaica.
¿Te gusta el reggae? ¿Alguna vez has escuchado a Toots Hibbert, a Gregory Isaacs o al inmortal Bob Marley? Suenan bien, ¿verdad? Pero cualquier cosa que hayas oído, cualquier CD que te hayan prestado o cualquier emisora que hayas sintonizado no tendrá absolutamente nada que ver con la sensación que te invade cuando escuchas reggae en el país donde nació el reggae. Si nunca has bailado, si jamás has dejado que tu cuerpo se mueva al ritmo de la música aunque no sepas los pasos, en Jamaica lo harás. Seguro.
El idioma oficial de Jamaica es el inglés, y se habla en todas partes, aunque con algunas exóticas variaciones que lo hacen sonar diferente y divertido. Las distintas culturas que han pasado por la isla a lo largo de su historia, así como el movimiento Rastafari, han dejado su impronta en el idioma con términos como Irie (sentimiento positivo, buen rollo), Dunza (dinero), o Zion (África en general y Etiopía en particular, origen y utopía de la cultura rastafari).
Es imprescindible tener el pasaporte en vigor y un billete de ida y vuelta, además de rellenar dos formularios: el de Inmigración y el de Aduanas. Ambos son entregados en el avión o en la aduana de entrada, y debe darse una copia a las autoridades al llegar y guardar la otra copia para entregarla al salir del país. No es necesario visado, siempre que la duración de la estancia vaya a ser inferior a 30 días.
Tasas de aeropuerto
Existe una tasa de 20 dólares americanos (18-19 euros) para entrar en el país, y otra de 35 (33 euros) para salir (no se incluyen en el precio del viaje y están sujetas a cambios sin previo aviso).
La moneda oficial de Jamaica es el dólar jamaicano (o jamaiquino). El cambio es de aproximadamente 140 dólares por cada euro. Su símbolo es J$, y la forma que tienen de llamarlo allí es “jay”. Existen billetes de 50, 100, 500 y 1.000 dólares, y monedas de 10 y 25 centavos, y de 1, 2, 5, 10 y 20 dólares. Si quieres cambiar dinero, puedes hacerlo en los hoteles, aunque el cambio suele ser mejor en los bancos y en las casas de cambio oficiales. Normal- mente, los bancos solo abren por la mañana (de 9 a 14 h), aunque algunos también lo hacen los viernes por la tarde (solo hasta las 17h).
Propinas
No son obligatorias, pero los jamaicanos se han acostumbrado a recibir muchos turistas norteamericanos que siempre las dan. En caso de duda, un 10% está muy bien, excepto en los resorts de todo incluido, donde la norma no escrita es no dar propinas.
Igual que ocurre en muchos otros países, la capital es la ciudad en la que más y mejor se puede ir de shopping. En el caso de Kingston, la principal zona comercial es la que se extiende entre las calles Princess y King, y en ellas se concentran la mayoría de las tiendas, incluyendo algunas de la moda más prestigiosas del mundo. Además, está el Kingston Crafts Market, un mercado en el que predominan los objetos de artesanía, las obras de arte de creadores locales y algunas piezas de joyería y orfebrería dignas de ver. Si la música reggae te enamora durante el viaje, puedes visitar Tuff Gong Recording Studio, una tienda de artículos relacionados con la música vinculada a Bob Marley y en la que se pueden encontrar auténticas reliquias para melómanos.
En la misma calle de Negril en la que se concentran los locales de ocio nocturno, Norman Manley Boulevard, también está Time Square, un centro comercial de alto standing en el que se puede comprar de todo. En Ocho Ríos y en Montego Bay también hay centros comerciales con tiendas de todo tipo, pero destacan especialmente las que venden arte y artesanía local. Es el caso de la Gallery of West Indian Art, en MoBay, en la que se exponen pinturas jamaicanas a precios razonables, o el Ocho Ríos Crafts Market, el mercado de artesanía más grande de la isla.
No es necesario ponerse ninguna vacuna para ir a Jamaica, pero si has estado en Asia, África, América Central, Haiti, República Dominicana o Trinidad y Tobago en los seis meses anteriores a tu viaje, lo mejor es que consultes en la oficina de turismo o en tu médico de cabecera.
Para una información más detallada se encuentra a disposición la página web del ministerio de asuntos exteriores: www.maec.es
Hay que protegerse de la exposición al sol. El agua debe tomarse purificada o embotellada para evitar los desarreglos intestinales (inclusive para el enjuague bucal)
Jamaica goza de un clima tropical, por lo que apenas varían las condiciones a lo largo del año. Las temperaturas son de entre 30 y 35 grados en las zonas de costa, y de entre 20 y 25 grados en el interior, aunque en las Blue Mountains, a partir de 1.000 metros de altura, puede descender hasta los 10-15 grados. De los 365 días del año, una media de 330 son de sol, aunque lo normal es que llueva casi todos los días en algún momento, sobre todo por las tardes.
La corriente eléctrica en Jamaica es de 110 V, aunque en algunos hoteles de grandes cadenas internacionales se ha adaptado a 220 V, como en España. Los enchufes son de tres clavijas planas, así que lo mejor es que lleves un adaptador.
Muchos países presumen de sus playas, y claman que su belleza no tiene comparación. Jamaica no es muy de presumir, pero perfectamente podría hacerlo, porque las suyas sí que son playas incomparables. Arena blanca , aguas tranquilas y cristalinas, exuberante vegetación a su alrededor y magníficos servicios a disposición del bañista. No te puedes perder Seven Mile Beach, en Negril, James Bond Beach, en Ocho Ríos, y Doctor’s Cave, en Montego Bay.
La Meca del Golf: Este deporte goza de gran popularidad en Jamaica, y en los últimos años se ha realizado un gran esfuerzo por parte de las autoridades locales por desarrollar campos de golf e instalaciones para la práctica de este deporte de primer nivel mundial. White Witch Golf Club y Cinnamon Hill Golf Course, en Rose Hall, son los dos campos que tienen mayor fama por su calidad y por la belleza de sus paisajes.
Pero no son los únicos, desde luego. Por toda la isla hay repartidos varios campos en los que disfrutar de unos hoyos en un entorno natural apabullante. Entre ellos, destacan por su circuito ameno y por la belleza de su ubicación los de Negril Hills Golf Club, en Negril; Runaway Bay Golf Club, en Runaway Bay; Constant Spring Golf Club, en Kingston, y Ironshore Golf & Country Club, en Montego Bay.
Descubre las Blue Mountains
Bajo este exótico nombre se esconde el parque natural más importante de Jamaica, y una de las visitas obligadas para cualquier viajero que desee conocer la isla en profundidad. No solo se trata de uno de los lugares más bonitos e impresionantes del país, sino también de uno de los más importantes desde el punto de vista ecológico. La gran biodiversidad de las Montañas Azules incluye varios centenares de especies de plantas, otras tantas de aves, entre las que se encuentra el mirlo jamaicano, en peligro de extinción, y un buen número de mamíferos, reptiles e insectos. Entre ellos destaca la mariposa gigante Swallowtail, la más grande del hemisferio occidental.
Para conocer esta reserva natural, lo mejor es contratar una visita guiada, en la que un naturalista experimentado te cuente con detalle todo lo que vas viendo. Esa visita se puede realizar a pie, en bicicleta o a lomos de un simpático burro jamaicano.
Disfruta de una noche mágica en la Laguna Luminosa, una fantástica laguna rodeada de mangles en donde millones de organismos microscópicos viven y emiten luz uorescente cuando son inquietados.
Al nadar o simplemente al agitar el agua, ésta parece emitir un inusual color neón. La fosforescencia es tan marcada que los pe- ces que nadan en la laguna han sido comparados con estrellas en movimiento.
Este fenómeno sólo se puede observar en cuatro lugares del mundo. La laguna luminosa de Jamaica es considerado el mejor lugar del planeta para vivir esta experiencia.
Como puedes imaginar, el reggae es la música que suena a todas horas y por todas partes en Jamaica. Pero no te equivoques: Bob Marley está presente, por supuesto, y sigue siendo el rey, pero el panorama musical jamaicano se actualiza continuamente, y van surgiendo nuevos talentos que aportan su granito de arena a la historia de este estilo musical. Si quieres sentir que de verdad has estado y has saboreado Jamaica, reserva al menos unos minutos de tu viaje para dejarte envolver por el ritmo del reggae.
Para salir de marcha por la noche, Kingston y Negril son los mejores sitios. En la capital hay cientos de bares de copas, discotecas y locales con música en directo en los que bailar hasta el amanecer. El club Weddy Weddy y la discoteca Asylum siempre están a tope y tienen muy buen ambiente. Por su parte, en Negril el ocio nocturno se concentra en la zona de Norman Manley Boulevard, y el local de moda lleva varios años siendo The Jungle.
El recetario jamaicano es, seguramente, uno de los más eclécticos de todo el mundo, ya que combina los productos y las especias locales con las influencias europeas, americanas y asiáticas, y las técnicas de cocina propias de todas las naciones que, a lo largo de la historia, han pasado por Jamaica. Además, mezcla con descaro y muy buenos resultados carnes, pescados y mariscos con las frutas y verduras que crecen en la isla. Además, la pimienta de Jamaica y los guisos al estilo ‘jerk’ son los pilares en los que se sustenta la gastronomía nacional.
Como en todo el Caribe, el ron es la bebida alcohólica por excelencia en Jamaica, aunque también existen algunas cervezas locales de escasa producción, pero de elevada calidad, como la Red Stripe. El licor de café y los zumos de frutas tropicales completan la oferta de bebidas características de la isla.
El café de Jamaica es uno de los más preciados del mundo, y tomar una buena taza en suelo jamaicano te dará la oportunidad de comprobar por qué. El más reconocido y apreciado es el de la variedad Blue Mountain, que se cultiva a gran altura, en los cafetales de las montañas del centro de la isla. Su intenso aroma, su cuerpo y su profundo sabor lo hacen siempre excelente, aunque hay que reconocer que tomarlo allí mismo lo eleva a un nivel superior.